Jimi Hendrix en el club salvation New york city

En el Español:

ROCK - Jimi Hendrix en  el Club Salvación :

" La aparición de Jimi Hendrix en el club salvación, la última noche del miércoles (10 de septiembre ) era el secreto mejor guardado de la ciudad de Nueva York. Sólo un pequeño puñado de prensa se ​​presentó a pesar de las invitaciones enviadas por el club, y sin embargo, gracias a la columna de la escenas en el Village Voice , un buen número de niños esperaron durante horas en cola contra unidireccional puerta de espejo de Salvación, sólo unos pocos elegidos fueron admitidos . Aunque injusta , la discriminación de la gestión hecha para un público más relajado y uno más receptivo.
A las diez de la mañana cuando la prensa del partido iba a comenzar , varios miembros del nuevo séquito de Jimi subían al escenario, afanosamente la creación de equipos y jugueteando con el sistema de sonido . A las once Jimi había mostrado , dijeron unas palabras a Savoy Brown, y la metieron en una esquina , rodeado , presumiblemente , por los gestores , los tipos de relaciones públicas y groupies de tamaños y de colores variados. Para pasar el tiempo , comenzaron los registros para jugar. " Penny Lane ", " Strawberry Fields Forever ', y una buena parte de la banda ingresó por la siguiente hora ya que el club comenzó a llenarse. A las 00:15 , al igual que mucha gente de prensa comenzaron a salir , Jimi Hendrix , vestido con una camisa bordada india amarillo y un afro bien recortada , llegó al escenario . Fue seguido por un elfo como exuberante Mitch Mitchell mirando como si casi no podía esperar a llegar a esos tambores , un baterista africano alto, un nuevo bajista y un segundo guitarrista principal . Aunque se podría haber deseado la vieja experiencia atrás, cuando era Jimi en terciopelo y encaje, y Noel y Mitch en medio de una neblina púrpura psicodélica , los hombres que jugaron con él esa noche eran excelentes músicos informalmente jamming , lamentablemente ante una multitud esperando un viaje en eléctrica Hendrix -land . Jimi comenzó el set con un tema instrumental sin título que se convirtió rápidamente en un atasco. No recurrió a sus gimnasia habituales (que lo convirtió en uno de los grandes artistas en vivo en el rock hecho) : en lugar de eso se puso de pie con calma , casi escultural ; la combinación de la delgadez y la postura que contribuye más a su papel como el peso pesado Superspade de rock que sus ritos cópula alguna vez lo hizo . Mitch Mitchell se sentó , la boca abierta , agitando lejos en sus tambores , teniendo un solo, recibiendo el aplauso merecido , el baterista africano mantuvo un ritmo frenético, y el bajista, por desgracia, apenas podía hacerse oír por encima del estruendo. Alternando con Jimi , el segundo guitarrista principal tomó la mitad de los clientes potenciales y él era maravilloso , proporcionando un buen contraste para que Jimi hizo lo suyo espectacular , a menudo con la ayuda de su fiel pedal wah- wah. Cuando Jimi se le permitió asumir el control, la sala simplemente sacudido con el sonido. El juego continuó con JAM- canciones y el público , a la espera de ' Foxy Lady "y" Let Me arrime a tu fuego ", se impacientó y decepcionado. Fue triste ver a Hendrix , la creación de una serie de composiciones informales excelentes , siendo condenado por una horda de 10 dólares que pagan los clientes que , finalmente , optaron por salir . ¿Qué le había impedido voces en el principio, es decir, un sistema de sonido roto , fue finalmente aclarado , un micrófono a luz , y Jimi entró en Izabella ' . La siguiente canción fue su último y como él llegó a su fin agradeció lo que quedaba de su público, tomó su guitarra alrededor de su cuello , lo puso en la parte superior de un amplificador y salió del escenario .
Un concierto que no puede haber sido demasiado ansioso por hacer , en primer lugar se había convertido en un desastre y que no era su culpa. Los fans de Hendrix que cavaron su experiencia antes tenían mejor prepararse para éste, porque aunque despojado de pompa y esplendor, Hendrix es el pegar a usted y no viene de la entrepierna. No hay guitarrista como él en cualquier parte (que es , por el momento, hacer caso omiso de los gigantes del blues ); que genera una emoción, así como la excelencia, y que, como dicen los sabios , es lo que el rock es todo " .

BATERÍA DISTANTE :
" Tarde o temprano, las leyendas comienzan a perder su brillo. Hendrix siempre será respetado como un jugador de la guitarra - pero fue su acto de la etapa carismática que lo convirtió en una superestrella . El mes pasado , miércoles 10 de septiembre a las 12:15 Jimi Hendrix descubrió que la realidad es más que una guitarra brillante . [ ... ] Después de mantener a la audiencia a la espera de dos horas Hendrix llegó al escenario . Vestido con una camisa bordada india amarillo y un corte de pelo bien recortado , fue seguido por una mirando ansiosos Mitch Mitchell, un baterista africano alto, un nuevo bajista y un segundo guitarrista principal . Estaban todos excelentes músicos informalmente atascos.
Por desgracia, la gente esperaba un viaje en Electric Ladyland . El juego comenzó con un atasco de papel decisivo sin título. No hubo gimnasia, se puso de pie con calma , haciéndose parte de una entidad excelente lugar de todo un espectáculo. Mitch Mitchell se sentó agitando lejos en su batería , el otro baterista mantuvo un ritmo de conducción y el bajista puso un buen fondo de todo el conjunto . El segundo guitarrista principal tomó la mitad de los clientes potenciales , proporcionando un buen contraste para el pedal de wah -wah Hendrix. Como el conjunto continuó con atascos improvisados ​​a la audiencia creció inquieto por ' Foxy Lady '. En medio de un magnífico improvisación, una buena parte de la audiencia se fue. Así que un trabajo que no estaba ansioso por hacer , en primer lugar se convirtió en un desastre sólo superada por Joplin en Memphis Navidad pasada.
Los fans de Hendrix que pagaron más atención a la pelvis que su música se van a perder - el ciclo de Jimi Hendrix Superstar está llegando a su fin " .


En Inglés:


ROCK - ‘Hendrix at Club Salvation’ :

“The appearance of Jimi Hendrix at Salvation last Wednesday night (10 September) was the best kept secret in New York City. Only a small handful of press showed up despite invitations sent out by the club, and though, thanks to the Scenes column in the Village Voice, a good many kids waited for hours queued up against Salvation’s one-way mirrored door, only a select few were admitted. Though unfair, the management’s discrimination made for a more relaxed audience and a more receptive one.
At ten o’clock when the press party was to begin, several members of Jimi’s new entourage were climbing the stage, busily setting up equipment and fiddling with the sound system. By eleven Jimi had shown, said a few words to Savoy Brown, and ducked into a corner, surrounded, presumably, by managers, P.R. types and groupies of assorted sizes and colors. To while away the time, records began to play. ‘Penny Lane,’ ‘Strawberry Fields Forever,’ and a good deal of the Band came on for the next hour as the club began to fill up. At 00:15, just as many press people began to leave, Jimi Hendrix, wearing a yellow Indian embroidered shirt and a well- trimmed Afro, came onstage. He was followed by an ebullient elf-like Mitch Mitchell looking as though he could hardly wait to get to those drums, a tall African drummer, a new bassist and a second lead guitarist. Although one might have wished the old Experience back, when it was Jimi in velvet and lace, and Noel and Mitch amid a purple psychedelic haze, the men who played with him that night were excellent musicians informally jamming, unfortunately before a crowd expecting a trip into electric Hendrix-land. Jimi began the set with an untitled instrumental that quickly turned into a jam. He did not resort to his usual gymnastics (which made him one of the great live performers in rock): instead he stood calmly, almost statuesque; the combination of leanness and posture contributing more to his role as the Superspade heavy weight of rock than his copulation rites ever did. Mitch Mitchell sat, mouth wide open, flailing away at his drums, taking a solo, receiving well-deserved applause, the African drummer kept a frantic beat, and the bass player, sadly, could barely be heard above the din. Alternating with Jimi, the second lead guitarist took half the leads and he was wonderful, providing a good foil for Jimi who did his spectacular thing, often with the help of his trusty wah-wah pedal. When Jimi was allowed to take over, the room simply rocked with sound. The set continued with Jam-songs and the audience, waiting for ‘Foxy Lady’ and ‘Let Me Stand Next To Your Fire,’ grew impatient and disappointed. It was sad to see Hendrix, creating a series of superb informal compositions, being condemned by a hoard of $10-paying customers who, finally, chose to walk out. What had prevented vocals in the beginning, namely a broken sound system, was finally cleared up, a mike brought forth, and Jimi went into Izabella.’ The next song was his last and as he drew to a close he thanked what was left of his audience, took his guitar from around his neck, set it on top of an amplifier and walked offstage.
A gig he may not have been too eager to do in the first place had turned into a disaster and it wasn’t his fault. Hendrix fans who dug his experience before had better prepare themselves for this one, because though robbed of pomp and splendor, Hendrix is socking it to you and it’s not coming from the crotch. There is no guitarist like him anywhere (which is, for the moment, to disregard the giants of the blues); he generates an excitement as well as an excellence, and that, as the sages say, is what rock is all about.”

DISTANT DRUMMER :
“Sooner or later legends begin to lose their luster. Hendrix will always be respected as a guitar player - but it was his charismatic stage act that made him a superstar. Last month, Wednesday September 10th at 12:15 a.m. Jimi Hendrix found that reality is more than a scintillating guitar. […] After keeping the audience waiting for two hours, Hendrix hit the stage. Wearing a yellow Indian embroidered shirt and a well trimmed haircut, he was followed by an eager looking Mitch Mitchell, a tall African drummer, a new bass player and a second lead guitarist. They were all excellent musicians informally Jamming.
Unfortunately the crowd was expecting a trip into Electric Ladyland. The set began with an untitled instrumental jam. There were no gymnastics, he stood calmly, making himself part of an excellent entity rather than an entire show. Mitch Mitchell sat flailing away on his drums, the other drummer kept a driving beat and the bass player put a good bottom on the entire set. The second lead guitarist took half the leads, providing a good foil for the Hendrix wah-wah pedal. As the set continued with improvised jams the audience grew restive for ‘Foxy Lady.’ In the midst of a superb improvisation, a good portion of the audience walked out. So a job he wasn’t eager to do in the first place turned into a disaster exceeded only by Joplin in Memphis last Christmas.
Hendrix fans who paid more attention to his pelvis than his music are going to be lost - the cycle of Jimi Hendrix Superstar is nearing its end.”